En el nacimiento de la vida,
brotando en forma de mar,
un poeta surge
y su poesía es alegría de mar.
Pasan los años,
el poeta se da cuenta del fuego
y hace versos al calor que quita el frio.
Más otro poema surge,
con otro poeta,
habla del aire como aliento de vida.
El cuarto elemento es la tierra,
el poeta le hace un poema a la madre tierra.
Una rutina sin poesía es austera,
carente de emoción y sentido,
se trabaja sin descanso.
Desde entonces,
el vivir se convierte en entusiasmo
e infinita locura,
que hace que el hombre,
festeje a la vida,
haga alabanzas a sus dioses
y muestre sus miedos.
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