Al comienzo de la vida,
pudo surgir la poesía,
al nombrar a la piedra pez,
recordando al pez piedra
y a los sueños como habitantes de la noche.
Pero no estamos equivocados del todo,
la forma de piedra la tiene el pez
y los fantasmas habitan los sueños.
¡Surge la poesía en el sueño!,
a través de una profecía.
Un miembro de la tribu,
anoche soñó que soñaba,
que un pez le hablaba de tierras fértiles,
que las encontraría si caminaba hacia el sur,
por donde abundan los ríos y los lagos,
y habrá mucho que pescar,
pero también que cazar.
Que debían habitar la orilla del río
y después de algún tiempo, cosechar.
Tal es el deseo de Dios,
que habitemos esa tierra,
que nos ayudará
y para lograrlo,
tenemos que luchar con otras tribus,
que son muy poderosas y se defenderán,
El Dios piedra ha prometido,
no abandonarnos,
que lo adoren y le ofrezcan sacrificios,
sean doncellas jóvenes o
guerreros enemigos.
Me ha dicho que solo yo puedo hablar con él,
soy el elegido para esta gran misión,
por eso les pido, hermanos, amigos y compañeros,
que no duden de mis palabras,
ya que sucedería una desgracia,
si no obedecemos al Dios piedra,
nos borrará de la vida.
¡Hagámosle caso!
¡Cantemos alabanzas a ese Dios!
Nos dará comida abundante
y mucha protección,
no dudemos.
Mañana nos espera una larga jornada,
descansemos,
la batalla será difícil,
pero ganaremos
… Esta poesía nació de un sueño,
es una profecía hecha realidad,
los hombres conquistaron la tierra,
el agua y el fuego.
