Hay días de reflexión
y no son los pensamientos cotidianos,
tampoco científicos o técnicos,
son algo más que tienen que ver con la vida
… a veces el motivo es nuestra vida
y más allá,
sobre la vida misma en general.
Reflexiono sobre los orígenes de la vida,
como un estar vivo y al mismo tiempo,
fuera de la vida, esto es,
desde la muerte.
Se acumulan pensamientos y actitudes,
cuando pensamos en seres queridos muertos,
imaginamos estar con ellos,
en los sueños, el trabajo y el amor.
… ¡Recordar es vivir!,
ese sentimiento de vacío que dan los recuerdos,
donde lo que fue ya no es,
pero nos dan fuerzas renovadas para vivir,
iluminado nuestro rostro
y pensamientos con más claridad.
¡El dolor del recuerdo desaparece!
La luz muestra la vida presente
y las sombras el pasado que fue.
Se forma un arcoíris en el firmamento,
y pensamos que se parece a la vida,
tiene muchas tonalidades
y no un solo color.
Los humanos recuerdan momentos felices
y otras veces muy tristes,
pero conforme pasa el tiempo,
los recuerdos se alejan y la vida también.
Hacemos memoria de los logros
o alarde de triunfos,
exageramos los hechos
o reducimos nuestros errores.
Se agrandan las personas
e introducimos los prejuicios.
Por eso muchos recuerdos de historia antigua,
no son los adecuados,
esas tradiciones orales mienten
y leemos mucha
distorsión en los hechos,
no describen lo sucedido
y se califican exageradamente.
¡Procuremos se objetivos en los hechos!
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