martes, 1 de noviembre de 2011

PATRIMONIO CULTURAL DE LA HUMANIDAD: El día de muertos






Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad (originalmente proclamado en 2003). Inscrito en 2008.
Con la fiesta del Día de los Muertos, tal como la practican las comunidades indígenas, se celebra el retorno transitorio a la tierra de los familiares y seres queridos fallecidos.


Morelia, Michoacán

Esas fiestas tienen lugar cada año a finales de octubre y principios de noviembre. Este periodo marca el final del ciclo anual del maíz, que es el cultivo predominante en el país.
Para facilitar el retorno de las almas a la tierra:
Las familias esparcen pétalos de flores y colocan velas y ofrendas a lo largo del camino que va desde la casa al cementerio.

Se preparan minuciosamente los manjares favoritos del difunto y se colocan alrededor del altar familiar y de la tumba, en medio de las flores y de objetos artesanales, como las famosas siluetas de papel.
Estos preparativos se realizan con particular esmero, pues existe la creencia de que un difunto puede traer la prosperidad (por ejemplo, una abundante cosecha de maíz) o la desdicha (enfermedad, accidentes, dificultades financieras, etc.) según le resulte o no satisfactorio el modo en que la familia haya cumplido con los ritos.





Los muertos se dividen en varias categorías en función de la causa del fallecimiento, edad, sexo y, en ciertos casos, profesión.
Se atribuye un día específico de culto para cada categoría. Este encuentro anual entre los pueblos indígenas y sus ancestros cumple una función social considerable al afirmar el papel del individuo dentro de la sociedad.
También contribuye a reforzar el estatuto político y social de las comunidades indígenas de México.


La catrina
Las fiestas indígenas dedicadas a los muertos están profundamente arraigadas en la vida cultural de los pueblos indígenas de México.

Esta fusión entre ritos religiosos prehispánicos y fiestas católicas permite el acercamiento de dos universos, el de las creencias indígenas y el de una visión del mundo introducida por los europeos en el siglo XVI






Simbolismo
Las Calaveras de dulce, tienen escritos el nombre del difunto (o en algunos casos de personas vivas, en forma de broma modesta que no ofende en particular al aludido) en la frente, son consumidas por parientes o amigos.




El Pan de muerto. Platillo especial del Día de Muertos. Es un panecillo dulce que se hornea en diferentes figuras, desde simples formas redondas hasta cráneos, adornado con figuras del mismo pan en forma de hueso y se espolvorea con azúcar.





Las Flores. Durante el período del 1 al 2 de noviembre las familias normalmente limpian y decoran las tumbas con coloridas coronas de flores de rosas, girasoles, entre otras, pero principalmente de Cempaxúchitl, las cuales se cree atraen y guían las almas de los muertos. Casi todos los panteones son visitados.



La Ofrenda y la visita de las almas
Se cree que las almas de los niños regresan de visita el día primero de noviembre, y las almas de los adultos regresan el día número dos

En el caso de que no se pueda visitar la tumba, ya sea por que ya no existe la tumba del difunto, o porque la familia está muy lejos para ir a visitarla, también se elaboran detallados altares en las casas, donde se ponen las ofrendas, que pueden ser platillos de comida, el pan de muerto, vasos de agua, mezcal, tequila, pulque o atole, cigarros e incluso juguetes para las almas de los niños. Todo esto se coloca junto a retratos de los difuntos rodeados de veladoras.
Ofrenda de Muertos
Los materiales comúnmente utilizados para hacer una ofrenda de muertos para el Día de Muertos tiene un significado, y son entre otros los siguientes:
Retrato de la persona recordada: El retrato del difunto sugiere el ánima que los visitará la noche del 2 de noviembre.
Pintura o cromo de las Ánimas del Purgatorio: La imagen de las ánimas del purgatorio sirve para pedir la salida del purgatorio del alma del difunto por si acaso se encontrara ahí.
Doce cirios: Aunque pueden ser menos, tienen que ser en pares, y preferiblemente de color morado, con coronas y flores de cera. Los cirios, sobre todo si son morados, son señal de duelo. Los cuatro cirios en cruz representan los cuatro puntos cardinales, de manera que el ánima pueda orientarse hasta encontrar su camino y su casa aparte de agua y sal.Flor de cempasúchil (o flor de cuatrocientos pétalos): Su color representa la luz como los rayos del sol y al regarla en forma de camino se le indica a las almas el rumbo por el cual se le guía a casa.


Cruz de tierra: Para recordarle su fe, ya que el Miércoles de Ceniza se le dice la frase: "Recuerda que polvo eres y en polvo te convertirás", con lo que se le recuerda que regresa a la tierra de la que salió.



Calabaza en tacha: Este fruto ocupa un lugar privilegiado tanto en la cocina tradicional prehispánica como en la actual. Es parte de la tetralogía alimenticia del país, al lado del maíz, el frijol y el chile. De ella se aprovecha todo: tallos, guías, flores, frutos y semillas. En el altar se prepara como dulce: cocida con azúcar, canela, tejocotes, trozos de caña de azúcar o con otros ingredientes, según el gusto de quien cocine. El dulce cristalizado se llama calabazate




La preparación de la calabaza en tacha consiste en introducir dicho fruto en un cesto de palma que se confita en las calderas donde se fabrica el azúcar. Esta es la forma tradicional, pues en las antiguas máquinas de los ingenios se hacía la concentración del guarano o jugo de caña en dos calderas cónicas, colocadas sobre un solo horno (la mancuerna); una de las calderas era la malera, y la otra la tacha. 


En la actualidad se prepara cocida en miel de piloncillo o panela, antiguamente llamada también tacha para bendecir las casas.[]












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